Los sistemas multiportadora constituyen la principal elección hoy en día en los nuevos sistemas de comunicaciones y, sin embargo, tuvieron un difícil comienzo. Sus orígenes se remontan a los resultados de Claude Shannon en 1948, el cual obtuvo la capacidad de un canal AWGN con interferencia intersimbólica a partir de modulación multitono. Los primeros usos prácticos de una modulación multicanal parecen remontarse a la década de los 50. En los 60 se formalizó en el MIT el concepto de llenado de agua (water filling) que Shannon había introducido, como descripción del espectro que se debe transmitir ajustado a las características del canal y del ruido. Sin embargo, las complicaciones prácticas de la implementación física de estas ideas hizo que su uso tardase todavía un largo tiempo en hacerse realidad. Así, las implementaciones analógicas daban numerosos problemas y resultaban muy complejas, de modo que a comienzos de los 90 los sistemas multiportadora no habían todavía adquirido una buena reputación, a pesar de sus esperadas buenas prestaciones. De todas formas, una buena parte de los problemas prácticos se podían abordar con implementaciones digitales, como la que en Stanford dio lugar a la solución “Discrete Multitone” (DMT), que es la base de los actuales sistemas de ADSL. En Europa se apostó igualmente por modulaciones multicanal. Así, en 1995, el ETSI (European Telecommunications Standards Institute) acordó escoger COFDM (Coded Orthogonal Frequency Division Multiplexing) como la modulación a emplear en la difusión terrestre de TV digital. Las razones en este caso eran distintas a las del éxito de ADSL. En primer lugar, COFDM resulta una excelente opción para canales multitrayecto. En segundo lugar, permite la implementación de redes de frecuencia única (SFN) y, además, tiene un impacto aceptable sobre las transmisiones analógicas basadas en PAL debido a su aspecto de ruido blanco. Todas estas razones, entre otras, serán abordadas a lo largo de este curso.
